domingo, 17 de abril de 2011

Nostalgia I

A mi vueta a España de un largo periplo que me ha llevado por varios países en busca de un nuevo pasaporte, me encuentro de nuevo en el mismo sitio, con los pies dolidos, sin pasaporte y con la sensación de no haber avanzado gran cosa... Me he tenido que quitar mis bonitos tacones naranjas para aliviar mis talones del largo camino y los 13 centímetros.
Y mientras tanto, la azalea ha vuelto a florecer un año más.
Si no me equivoco, debe ser la más veterana de la casa.
Una vez alguien me dijo que le hiciera una receta y que al post le llamara nostalgia. Yo había propuesto hacer un curri y llamarlo Tailandia. Algunas cosas tardan en llegar y en el camino se convierten en otras distintas.
Se trata de conseguir una cuchara bien larga y hundirla hasta el fondo. El helado debe estar bien frio y el chocolate humeando. La nata sólo a medio montar. Solo en apariencia reconforta; en realidad es una trampa mortal de calorías inútiles, pero deliciosas.
En los últimos meses he ganado unos seis kilos, he perdido unos diez años y me han atado a la pata de la mesa en la oficina y a la pata de la cama en casa. 
Y con el comer, el amar y el trabajar, otras tareas de mi vida, como son el estudio, el deporte y la cocina se han quedado para los domingos por la noche, justo cuando duermo.
Me he acordado hace poco de California 47 (de ahí la nostalgia) donde pasé muchas comidas y muchas cenas en familia. Hay algunos platos que no olvido y nunca voy a encontrar igual de bien hechos que en Cali. El número 10 (los platos combinados en California se conocían por el número): filete empanado, huevo frito y pisto; el arroz con leche, insuperado hasta el día de hoy; el juanillete, helado de vainilla, chocolate caliente y nata. La mezcla parece la clásica, pero no lo era, porque la salsa a diferencia del sirope o el ganache que se usa normalmente, era casi como un chocolate a la taza, oscuro, líquido y humeante. ¿Cómo hacían para que el chocolate se mantuviera caliente hasta llegar a la mesa y no se endureciera? Mi teoría es precisamente que lo hacían más como un chocolate a la taza en lugar de como salsa.
Recuerdo los postres de California con especial ternura. Seguramente por la inocencia de mis años, el cariño de mi abuela y lo delicioso de la comida. En inglés existe un concepto que no manejamos en castellano pero que también aquí es aplicable: "comfort food". He aquí. Juanillete
Salsa de chocolate:
Chocalate de ganache con al menos el 65% de cacao
1 nuez de mantequilla
1 cucharada sopera de azúcar
1 vaso de leche +1/2 de nata
cucharadita de esencia de vainilla
pizca de sal
podemos o bien poner a cocer la leche y luego echar sobre el chocolate picado con el azúcar y batir, o deshacer el chocolate en trozos junto con el azúcar y la vainilla en la leche y la nata a fuergo suave mientras movemos la mezcla. La mantequilla no es necesaria pero le da un poco de brillo y densidad al resultado final.
Helado de vainilla:
1 litro de leche con toda su nata e incluso podemos añadir un chorro extra de nata
6 yemas
6 cucharadas soperas de azúcar
1 vaina de vainilla abierta por la mitar y vaciada de las semillas
Raspamos bien la vaina de vainilla y echamos las semillas en la leche junto con la vaina abierta. Ponemos a cocer muy suave la leche con la vainilla y la mitad del azúcar. Apagamos el fuego y tapamos el cazo y dejamos que la leche tome el aroma de la vainilla media hora al menos. Batimos las yemas con el resto del azúcar y vertemos la leche y devolvemos la mezcla al fuego para hacer una natilla. En cuanto empiece a espesar, apartamos y seguimos batiendo para templar la mezcla. Cubrimos con un film de cocina y dejamos enfriar, primero al aire y luego en la nevera. Una vez fría la mezcla, pasamos a la heladera en el congelador hasta que coja consistencia de helado y podemos pasar a un recipiente y dejar en el congelador listo para cuando haga falta.
continuará...

5 comentarios:

L dijo...

la verdad es que se ha notado la ausencia de noticias y entradas
me alegra que hayas vuelto a esscribir
te noto mucho mejor

a mí me gustaba el filete empada con spaguettis!!! qué rico

Titina dijo...

Amar???? Tienes novio????
A mí me gustaban los tenedores, conservé uno hasta mi última mudanza, en la que desapareció. Y aquel arroz con tomate, me encantaba.

Y...YA ERA HORA!!!!!!
QUE ESTÁBAMOS HUÉRFANOS DE BLOG!!!!!!

L dijo...

es verdad, qué rico el arroz con tomate

elnoviodelucrecia dijo...

Si tiene

Unknown dijo...

Hola
Mi madre embarazada allá por el año 1951, probó las tortitas con caramelo en el primer? California de Madrid. Yo ya en San Sebastián continué con ese años a as tortitas y a la tarta de fresas, al Juanillete al plato de Ternera de Ávila asada en su jugo , al arroz con salsera de tomate, a las croquetas de jamón al plato combinado de filetito de ternera, tortilla española, croqueta y patatas fritas ….recuerdos que no añoranzas

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