domingo, 15 de mayo de 2011

Pescado Capital


Yo creo que las sardinas deben ser lo más próximo al pescado capital, y si no al pescado original
Mi intención inicial era demostrar que los pecados capitales no solo no son faltas sino que son, en realidad y de hecho, las fuerzas que mueven el mundo:
Soberbia: En casi todas las listas de pecados, la soberbia (en latín, superbia) es considerado el original y más serio de los pecados capitales, y de hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás, fallando en halagar a los otros. Según la Biblia, este pecado es cometido por Lucifer al querer ser igual que Dios.
¿Soy yo la única que se da cuenta de que el afán de superación personal y con referencia a los demás, es decir, las ansias de ser más guapo, más jóven, más rico, más listo, más conocido, mejor vestido, más ilustre, más valorado, más divertido, más influyente, más culto, más poderoso, tener más coches más grandes, más casas más grandes, más barcos más grandes, más bolsos más grandes, más empresas más grandes, más títulos más rimbombantes, más pechos más grandes, más labios más grandes, más cuentas bancarias más gordas, más mujeres más jóvenes... es todo lo mismo? Es todo lo mismo y se llama soberbia, y todos (TODOS) jugamos a ese juego, los ateos, los sintoistas, los del opus, los altos, los pelirrojos, los de la eta, los chinos, los comunistas, los tontos, (TODOS, POR SI ALGUIEN SE HA DESPISTADO Y PIENSA QUE IR A MISA LOS DOMINGOS LE EXIME DE ESTAR EN LA LISTA JUNTO A LOS DEMÁS). Y si no fuera así, el mundo se pararía.
Bien, espero haberme explicado con claridad.
Sardinas en aciete de oliva sobre brotes variados en tostada integral.
Que las sardinas son una comida soberbia no lo puede negar nadie.
Ejemplos de personas soberbias a las que nos gustaria emular o admiramos o envidiamos:
La familia Valls Taberner
David Lebovitz
Felipe González
Isabel Preysler
Emilio Botín y familia
Steve Jobs
José Saramago
Coco Chanel
Soledad Puértolas
Oprah Winfrey
La Madre Teresa de Calcuta
Federico Jiménez Losantos
Pablo Neruda
Emilio Aragón
Pilar Rubio
Los March
Pamela Anderson
Lady Gaga
Abramovitch
Obama
Martha Stewart
Esperanza Aguirre
Picasso

3 comentarios:

Glorfindel III dijo...

Interesante entrada, y no exenta de mucha razón y sentido. Quizás la blogger quiera hacer un estudio serio acerca de la película "El abogado del diablo".

Titina dijo...

Creo que sin duda el mundo no sería como es de no ser por pecados varios como la soberbia. No es posible avanzar ni mejorar si no hay gente que se cree capaz de hacer cosas que otros más pazguatos no se atreverían.
Estaría bien el estudio de "El abogado del diablo", pero también podríamos comentar qué ha hecho que los pecados lo sean...la mayoría de los pecados capitales para mí no son sino un peculiar esfuerzo por eliminar nuestros instintos más naturales.

Luc dijo...

qué interesante, no? A mí, creo que ya lo dije, me parece una herencia de la teoría aristotélica de que cualquier cosa llevada al extremo es nociva para el hombre y sin embargo en dosis adecuadas son vitales y virtuosas. Casi desde un punto antropológico. Igual que el un virus acaba con el huésped que le proporciona el sustento, lo cual acabará por matar al virus, determinadas actitudes naturales se tornan contra de la propia naturaleza e instinto de supervivencia del ser humano cuando se llevan al extremo; pero (igual que en el caso de los virus con su huésped) no es posible la supervivencia sin ellos.
El abogado del diablo no me interesa mucho, pero me llama la atención. Yo tengo una compañera nueva en el banco que se asusta de lo que se hace por aquí, pero ni borracha renunciaria a su sueldo para dejar de recibir dinero "manchado"... Hipócritas!

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