viernes, 1 de enero de 2010

Pati quiere salir en el blog

Y yo no me puedo negar. Todo el mundo sabe que el buen dios me ha bendecido con el instinto maternal de un pez - y no estoy hablando del padre de Nemo precisamente.
No tengo mucho que escribir sobre la maternidad.
Siempre me han fascinado las mujeres que en el momento de embarazarse se introducen mediante una estructura de gusano en un universo paralelo en el que solo existen ositos de peluche, cólicos lactantes, papillas, pocoyos y recetas con cara de payaso. ¿qué sustancia química en el cerebro de un niño hace que quiera comer algo que parece la cara de alguien? No lo sé, pero tiene que ser una sustancia química muy rara. Yo nunca he experimentado el deseo de comerme una cara y no comprendo como un plato de lentejas con ojos y sonrisa puede resultar más apetecible que un mero plato de lentejas. A mí me parece retorcido, sinceramente.
Lo que si puedo hacer es poner alguna foto del milagro de la naturaleza llamado Pati y presumir de hija.
Ahora no está y la echo de menos.
Ella tampoco come lentejas con forma de cara ni puré de patata con ojos; prefiere los jalapeños rellenos de queso, el yakitori de pollo y el huevo frito con puntillas y la yema crudita para mojar pan. También le gusta el jamón ibérico y los macarons que hace su madre rellenos de nocilla. No se puede pedir más.
Hizo un muñequito de nieve pequeño pero perfecto el día de la nevada y yo creo que le gustará verlo publicado. No sé muy bien si ella piensa que este blog es como el Mundo de Pedrojota y solo con el hecho de salir aquí con su ópera prima (el muñeco de nieve) va a hacerse famosa como Paris Hilton o Belén Esteban. Quien me recuerda, que no hace mucho que leí un libro genial "Padre rico, Padre pobre" en el que hablaba de lo que muchos padres quieren para sus hijos; v.g. que vayan al cole y saquen buenas notas para poder ir a una buena universidad, que estudien una carrera y saquen buenas notas para poder encontrar un buen trabajo que les permita comprase una buena casa y pagar una linda hipoteca que los mantenga en sus sillas todas las tardes para poder seguir pagando una hipoteca, que se casen y tengan hijos a los que mandar al colegio y luego a la universidad para que encuentren un buen trabajo en un banco y puedan así pagar una hipoteca toda la vida, y en resumidas cuentas vivir y seguir viviendo. Y luego está la idea de ser feliz. Curiosa idea la de la felicidad. Yo espero que Pati sea feliz, aunque le gustan demasiado los dibujos animados.

1 comentario:

L dijo...

qué guapa Pati, cada día más

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