lunes, 6 de junio de 2011

La mejor versión de uno mismo

A mí me enseñaron que la única manera de hacer crema pastelera era cociendo la leche, rompiendo los huevos y separando las yemas, batir estas con azúcar y harina o maizena e incorporar luego la leche caliente en las yemas con cuidado y rapidez para no cuajarlas ni cortarlas. Las yemas se batían hacia la izquierda o la derecha pero sólo hacia un lado porque si se cambiaba se cortaban, igual que la mayonesa y el pil pil.
Con el tiempo he aprendido que la ropa que le queda bien a mi madre es la que le queda bien a ella, no necesariamente a mí. Y también he aprendido que se pueden mezclar los ingredientes de las cremas en órdenes distintos, que no pasa nada. Y he aprendido que las masas se cortan por el extraño efecto que creer que se va a cortar tiene en las masas. Desde que se murió mi abuela, a mi no se me ha cortado nada, por mucho que cambie de mano, de sentido, de velocidad o de cualquier cosa.
Crema Catalana
1 litro de leche entera
Cáscara de 1 limón
1 palo de canela
10 cucharadas soperas de azúcar
6 yemas de huevos felices de gallinas camperas
Una cantidad alícuota de harina o maizena
Caliento la leche, sin llegar a hervirla con el palo de canela y la cáscara de limón. Tapo el cazo y lo dejo reposar un par de horas. Incorporo la mitad del azúcar y muevo para deshacerla en la leche.
De los huevos separo las claras y voy echando las yemas en la leche a temperatura ambiente. A continuación con un colador incorporo dos cucharadas de maizena o el doble de harina. Añado el resto del azúcar. Ponemos la mezcla a fuego medio sin dejar de mover con una cuchara de madera para no incorporar aire a la mezcla. Veremos al cabo de unos minutos cómo la mezcla se espesa. Estará lista entonces. Templamos, repartimos en los ramekins o donde lo vayamos a servir y enfriamos. Antes de servir espolvoreamos azúcar y quemamos con soplete o plancha o bajo la salamandra del horno. Este es el orden que yo sigo para hacer cremas básicas y ahora siempre me salen bien.
Siempre es mejor encontrar lo que funciona para uno mismo. A veces tardamos 20 o 40 años en darnos cuenta de algo que muchos saben intuitivamente desde siempre. Oprah se pasó mucho tiempo imitando a Barbara Walters, hasta que un día se dió cuenta de que, para Oprah era mucho más fácil hacer de Oprah que de Barbara, y los resultados eran mejores. A la vista está.

Nota: Que no se me corten las cremas ni las mayonesas no significa que todo me salga bien. Sigo teniendo fallos que acaban en la basura porque no sirven ni para apurar con un café un domingo por la tarde.

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