sábado, 1 de mayo de 2010

¿Qué hago con lo que me sobra?

¿Qué pasa si a la receta clásica de una quiche, le añadimos queso Philadelphia como a una tarta de queso?Que el relleno queda menos tortillero (eggy) y más cremoso. A la masa que me sobró de la quiche de boletus del otro día le he dado uso fabricando una mezcla de queso crema, nata y un par de huevos, esta vez en lugar de algo suntuoso y exótico le he puesto jamón de york para que se la coma Pati, que, aunque no es mala comedora comparada con mucha gente de su edad, ya tiene sus manías. No tengo mucho que contar últimamente, gracias adiós. A lo mejor eso quiere decir que por fin he aceptado que el mundo es como es y que por mucho que me moleste, quejándome no lo voy a cambiar. Que nuestra clase política es una panda de borregos corrutos (José Blanco dixit y pixit) y nada que yo escriba aquí va a influir en la mejora del sistema. Que mis traumas infantiles, que son muchos y profundos no se solucionarán por mucho que intente vengarme de la falta de empatía y  habilidad de mis progenitores, Que mis profesores de derecho son simples licenciados en derecho y precisamente por ello tendentes al estupidismo y a la pobreza semántica. Que mis empleadores se morirán cuando se tengan que morir y no cuando yo lo desee fervientemente. En definitiva que, en contra de lo que creen los argentinos, hablar sobre tus problemas no los soluciona, pero si te deprime aún más. Para contrarestarlos, lo mejor, creo, es mover el culo y dejar la mente en blanco. Para ello, yo cocino y hago deporte.
Mientras tanto, estoy intentando encontrar la manera de aparezca en las fotos las imágenes que tengo en la cabeza. Pero no es fácil. Primero por la luz, creo que en el cerebro tengo imágenes iluminadas por luz blanca de foco, un foco que creo cuesta lo mismo que un año en la facultad de medicina de Harvard o casi. Y veo que no soy capaz de encontrar la manera de duplicarlo. Incluso unas fotos que tengo por ahí guardadas que están bastante quemadas de luz, no me sirven porque acaban de encajar en mi idea. Lo siguiente es el estilismo, que se divide a su vez en dos cuestiones distintas.
Por un lado, los recipientes y artilugios. No tengo los cacharritos que yo quisiera tener. Estoy en proceso desesperado de conseguir algunos pero no es fácil porque en esta parte del mundo, por raro que me parezca, hay una considerable limitación en la disponibilidad de determinadas cosas, y también el mercado es muy estrecho. ¿De qué hablo? Hablo de que en otros sitios, tanto en la vieja Europa como en América la Nueva, existe siempre la posiblidad de ir a mercadillos y ferias y hacerse con los tesoros que otros desechan. En España solo tenemos el Corte Inglés - la mejor tienda del mundo en muchos aspectos - pero se me queda un pelín estrecha. Y por otro lado de la disposición. Creo que algo he conseguido en esta seria con el tenedor y los tomatitos pero no acabo de estar satisfecha, no estoy consiguiendo los encuadres y los dibujos que en realidad ando buscando. No sé si será o no evidente pero no se me ocurre nada que contar hoy así que voy a contar alguna o algunas tonterías que se me ocurran y listo. Simplemente para no dejar las fotos solas, que dan como pereza y así hago un poco de terapia. Esta seman pasada ha estado en el programa de Oprah la novia del John Edwards, el candidato que lo fue a la presidencia de los EEUU y al que pillaron engañando a su propia, que además estaba malita de cáncer y con tenía 4 hijos, con una rubia delgadita con aspecto de putón. Es muy interesante y revela hasta qué punto es desviada y retorcida la naturaleza humana.

¿Cómo se sostiene que la amiga de un hombre casado hable permanentemente de la sinceridad, la honestidad y la verdad? Es gente como esta golfa trepadora y lividinosa la que da mal nombre a la especie, ella y el senador Edwards, que espero que ya no no sea senador ni ninguna otra cosa. Además espero que ella muera al mismo fuego que ha matado, que la devore una sífilis y que si un día acaba viviendo con su encantador novio, el la engañe con otra a´ún más golfa que ella. Cambio de tercio. He decidido dejar de editar mi lista de películas, gracias al cielo, porque me estaba volviendo loca. Yo solo veo la tele a horas muy extrañas, a las 6 de la mañana mientras me tomo el café veo un reality americano que veia cuando vivia en Amerilandia, "COPS" que, mitad por la nostalgia, mitad por el morbo (ya había dicho que soy una morbosa, no es ninguna revelación), me divierte bastante; es muy curioso lo profundamente paleta que es la Amércia profunda, igual que cualquier país en su versión profunda, supongo. Y a horas estúpidas de la noche, si por culpa de mi hija o de mi presidenta, las dos se llaman Patricia curiosamente, no puedo dormir. La úlitma noche de desvelo estuve viendo A propósito de Henry y me dí cuenta de que esa película la habré visto varios cientos de veces y no me cansa, y ya puestos, me dí cuenta de que Harrison Ford tiene la horrible costumbre de aparecer en muchas de esas películas que no me cansan y que son precisamente las que incluyo en mi lista. En ese momento me dí cuenta de que la lista sería demasiado larga y de que iba a seguir sempiternamente recordando alguna película que no me canso de ver y que no había incluido en mi lista. Así que decidí olvidarme de la lista, más bien olvidarme de seguir editándola.¿Cuento una cosa graciosa?

Todo el mundo sabe que yo no creo en nada más que en el poder de la determinación y el trabajo duro. No creo en ratones dentales ni crucifijos, ni vampiros ni embarazos del espíritu santo, ni en hadas; los reyes magos no existen ni existe buda ni bisnú ni dios ni virgen ni ná. El otro día mandé un correo de esos de "pida usté un deseo y mande este correo a 158 personas en los próximos 50 minutos". Nunca lo hago, nunca, nunca; sólo el otro día. Pues al cabo de 24 horas se había cumplido mi deseo.
¿Fue casualidad?
Lo que pasó ¿Habría pasado en cualquier caso?
¿Fue el poder de mi mente que estaba fuertemente anclado en la idea del deseo que había pedido?
¿Debería tentar a la suerte y volver a probar o debería dejar a las fuerzas de la naturaleza en paz y agradecer el gesto?
Mañana voy a correr. Reportaré aquí el resultado. Me han robado el móvil. No me sobra nada más.

4 comentarios:

Yusuf al Mocadén ben Mizzian el Arrumi al Chivani dijo...

Mejor tortillero que huevón.

Luc dijo...

je je je

Titina dijo...

No me puedo creer lo del deseo, a mí no se me cumplió. Claro que si algo me saliera bien dejaría de ser yo. Por cierto canal cocina hace un programa de blogueros y tú no estás. Tienes que hacer un acceso fácil al blog para que lo lea la gente, que es muy difícil.

Luc dijo...

Me pongo con el blog de canal cocina, ni sé lo que es. no veo mucho la tele últimamente.
en cuanto al deseo... no te quejes tanto perri, que no vas mal servida de momento, las hay que estamos mucho peor.

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